Nuestras manos nos ayudan a explorar nuestro entorno más inmediato y con la tecnología también el remoto. Normalmente realizamos una infinidad de actividades con ellas desde las tareas más básicas como llevarnos el alimento a la boca o prepararlo, limpiar nuestro hogar, practicar una afición como la pintura, estudiar un instrumento o trabajar en una fábrica, un obrador o confeccionando ropa. Es cierto que, en algún grado, se pueden sustituir alguna de sus funciones a través de adaptaciones y productos de apoyo pero ¿Qué ocurre cuándo realizamos todos estos gestos con dolor o con limitaciones en el arco de movimiento por deformidad o incluso poca fuerza?
Estamos hablando de los procesos reumatológicos tales como la artritis reumatoide o la artrosis. Generalmente los profesionales que intervenimos en rehabilitación nos encontramos de forma transversal a otras patologías con un gran número de personas que padecen estos procesos y que no acuden directamente por ellos cuando realmente deberían hacerlo. Durante mi experiencia es más frecuente que me deriven a una persona con grandes limitaciones y deformidades instauradas en cuyo caso tratamos desde un punto de vista más compensador que preventivo, obviamente. Llama la atención cómo los pacientes que aún son susceptibles de llevar unas pautas de prevención e incluso mejora de la función desconocen hasta cómo pueden proteger sus articulaciones en sus quehaceres diarios para evitar el dolor como mínimo y, en ocasiones tampoco son informados de cómo proceder ante distintas fases y sintomatología. Muchas veces esta información es dada por otras personas a través de asociaciones o grupos de autoayuda pero tristemente no es la norma. Este desconocimiento tiene como consecuencia la dificultad en la prevención de deformidades más invalidantes y/o el aumento de ansiedad e inseguridad en el propio autocuidado e incluso el abandono de actividades por desconocer también formas adaptadas de realización y productos de apoyo.
El objetivo de este post no es más que los pacientes con artritis reumatoidea sepan que desde Terapia Ocupacional existe tratamiento preventivo, rehabilitador y funcional que deben conocer para cuidarse y sacar mayor provecho de su capacidad a pesar de la enfermedad.
Empezaré describiendo algunas pautas para las lesiones en manos y muñeca de ARTRITIS REUMATOIDE dada la gravedad que las deformidades en estas articulaciones pueden provocar mereciendo una atención más temprana
Según algunos estudios es padecida por una de cada 100 personas en el mundo (unas 200.000 en España) siendo 3 veces más propensas las mujeres entre 40 y 50 años pero pudiéndose producir a cualquier edad e incluso en niños.
Ésta es una enfermedad sistémica autoinmune y se caracteriza por provocar inflamación crónica en la membrana sinovial de las articulaciones provocando una destrucción progresiva con distintos grados de deformidad. También puede afectar a otros órganos. La forma poliarticular afecta a un gran número de articulaciones.
Las manos y muñecas son las primeras en verse afectadas presentando dolor y disminución de fuerza a la hora de cerrar el puño.
Algunas deformidades de larga evolución pueden ser:
VALORACIÓN Y TRATAMIENTO DE TERAPIA OCUPACIONAL:
En primer lugar valoramos al paciente desde varias perspectivas:
En el caso de ser un período agudo durante el cual las articulaciones están más inflamadas, doloridas y además tienen más riesgo de provocar deformidades procuraremos:
Durante el período crónico en el que habitualmente llegan los pacientes a Terapia Ocupacional los objetivos serán:
Preescripción de equipamiento ortésico.
Entrenar la mejor manera de realizar actividades de la vida diaria y enseñar técnicas de economía articular y un programa de ejercicios.
Dada la peculiaridad de cada paciente y la extensión del tema os hablaré de algunas órtesis para las principales afectaciones y algunas pautas de economía articular y protección articular más comunes. Los EJERCICIOS ACTIVOS son muy necesarios pero deben ser pautados junto con un terapeuta y totalmente personalizados tras una valoración exhaustiva.
EQUIPAMIENTO ORTÉSICO:
PROGRAMA DE PROTECCIÓN ARTICULAR: Es una parte muy importante del trabajo del terapeuta ocupacional. Es muy importante concienciar al paciente de los beneficios de este programa ya que deberá llevarlos a cabo el resto de su vida para evitar deformidades y destrucción articular. “Cuando deje de hacer algo mal estará haciendo algo bien”
TÉCNICAS DE AHORRO Y CONSERVACIÓN DE ENERGÍA: Son medidas destinadas a modificar hábitos de la vida diaria con el objetivo de disminuir la sobrecarga articular y permitiéndole disponer de esa energia para actividades más significativas para el propio paciente.
Sus principios son:
ALGUNOS DISPOSITIVOS DE APOYO: Para conseguir conservar energía las distintas formas alternativas de realizar la actividad y los productos de apoyo juegan un papel fundamental. Recalco aquí que es necesario prevenir la deformidad y reducir la tensión articular con estos consejos desde el principio aunque sea costoso cambiar nuestra forma habitual de realizar las tareas:
Como profesionales y como personas con un mundo rico de información a nuestro alcance debemos evitar conductas de resignación que desgraciadamente oímos con frecuencia. .. “son los años” “me duele pero me aguanto”, “esto no tiene solución” . Si padeces de este tipo de enfermedades debes saber que con un tratamiento adecuado puedes continuar con tu vida activamente durante más tiempo a la vez que te cuidas y previenes.
Carmen Moreno Valderas
Terapeuta Ocupacional