Las muletas o bastones ingleses son las ayudas técnicas más utilizadas entre la población con problemas de movilidad. Sin embargo, y a pesar de lo común y extendido de su uso, no siempre somos conscientes de los perjuicios que puede ocasionar un incorrecto uso de las mismas.
Un elevado porcentaje de población ha necesitado alguna vez a lo largo de su vida, utilizar muletas o bastones. En ocasiones, de forma transitoria durante el proceso de rehabilitación tras una lesión, caída o intervención quirúrgica. En otras, de forma permanente y como herramienta imprescindible para la deambulación. En ambos casos, su uso aumenta la estabilidad en la marcha al ampliar la base de apoyo y reducir la carga sobre las extremidades inferiores, lo que se traduce en un mayor equilibrio y un menor cansancio al caminar.
Antes de optar por una u otra ayuda técnica es importante conocer las diferencias que existen entre ambas. La muleta o bastón inglés cuenta con una abrazadera que cubre el antebrazo y una empuñadura para sujetar la mano. El bastón o muletilla, por contra, tan sólo tiene un mango para poder apoyar la mano. Los bastones resultan inestables si sobre ellos se aplican fuerzas superiores al 20-25 por ciento del peso corporal, mientras que los bastones ingleses facilitan más el equilibrio y aumentan la sensación de estabilidad.
Una de las dudas más frecuentes que surge al comenzar a utilizar muletas o bastones es cuál es la altura a la que debemos regularlas o, en el caso de necesitar sólo una, en qué lado la hay que colocar. Pues bien, la empuñadura siempre ha de quedar situada a la altura, aproximadamente, del trocánter o cadera. De estar más baja provocaría que al andar nos inclinásemos hacia delante y si, por el contrario, estuviera más alta, flexionaríamos más los codos, los brazos no estarían rectos y los hombros, en tensión.
Respecto al uso de una o dos muletas, ello dependerá de las características y necesidades del paciente y de la lesión o disfunción que presente. En cualquier caso, un error frecuente es pensar que hemos de utilizar el bastón o muleta en el mismo lado que la pierna lesionada. No es correcto. Lo sería en el caso de que no tuviéramos ninguna fuerza en la pierna y el bastón tuviera que suplirla para apoyar. Por último, otra de las dudas más frecuentes que surgen al utilizar muletas o bastón es cómo bajar o subir escaleras de forma correcta. Como norma general, al subir o adelantaremos siempre la pierna sana, mientras que, al bajar, lo haremos con la lesionada.
Recomendaciones
Hoy día existe una gran variedad de modelos de muletas y bastones. A la hora de decantarse por uno u otro, es importante tener en cuenta algunas consideraciones. Así por ejemplo, asegúrese de que la empuñadura sea sólida y manejable y nunca resbaladiza o demasiado grande. Respecto a la caña, elija el material más acorde a sus características, al uso que pretenda darle y también a sus gustos estéticos (metal, polímero de fibra de carbono, maderas…). Asimismo, existen diferentes medidas para la base del bastón o de la muleta (regatón o contera) e, incluso, pueden tener más de una pata si necesitamos una mayor estabilidad o si han de soportar mayor peso.
Otros consejos a tener en cuenta son: