Las ortesis de marcha tipo KAFO, conocidas popularmente como aparatos de marcha, son unos dispositivos destinados soportar el peso del paciente  que tiene limitada su capacidad para la bipedestación y la marcha.

Esta limitación a la marcha puede ser debida a distintas patologías, entre las cuales podemos destacar algunas lesiones medulares, cerebrales y también, aunque cada vez en menor medida, afectados por secuelas de poliomelitis.

La biomecánica de un KAFO debe de cumplir una serie de objetivos para poder cumplir con su cometido. Dentro de estos objetivos podemos destacar:

• Estabilizar y alinear siempre la rodilla y el  tobillo.
  
• Soportar la extensión y limitar la flexión de la rodilla.
  
• Limitar la flexo extensión del tobillo.
  
• En algunos casos, dar apoyo axial a toda la extremidad y posicionamientos concretos de la cadera, rodilla y tobillo.
  

En definitiva, todo KAFO debe preservar las estructuras que engloba.

Para la elaboración de un KAFO debemos tener en cuenta los resultados del análisis que hayamos hecho previo a su fabricación. Por ello, es fundamental tener un método protocolizado que nos permita recoger los datos necesarios para su estudio y poder diseñarlo de la mejor  forma para cada patología. Es de especial importancia la coordinación entre la persona experimentada en la valoración física del paciente y el técnico  que va a fabricar el KAFO.

A la hora de fabricar un KAFO es clave la obtención del molde. Esto nos supone gran parte del éxito en la funcionalidad del mismo. Para realizar el molde disponemos de la última tecnología consistente en escanear el miembro del paciente, obteniendo una copia exacta de su pierna. También podemos obtenerlo de forma tradicional con vendas de escayola y realizando un esquema en papel, delimitando todas las medidas de la pierna.

En la fabricación de un KAFO podemos emplear distintos materiales, dependiendo de las necesidades de cada paciente. Entre ellos, empleamos:

• Los realizados en polipropileno y duraluminio, caracterizados por su ligereza y que pueden ser utilizados por el paciente para el baño. 
  
• Duraluminio o acero inoxidable con guarnecidos en cuero. Estos son los aparatos mas conocidos a nivel de usuario, puesto que son los más utilizados tradicionalmente.
  

Estas ortesis se realizan de manera totalmente artesanal en nuestro taller, como se han venido realizando durante muchos años atrás y siguiendo las minuciosas  instrucciones de nuestro maestro Rafael López Carrillo, pionero en la ortopedia en Jaén.

En la actualidad, fabricamos los KAFO con materiales como el carbono, que supone un peso mínimo y una extraordinaria resistencia. Todo ello se combina con las nuevas articulaciones inteligentes de rodilla, que suponen la sustitución de las anillas convencionales por sistemas electrónicos que nos permiten bloquear o desbloquear la rodilla sin necesidad de utilizar las manos para accionarlas. También podemos combinar articulaciones de tobillo que nos permiten controlar activamente y electrónicamente  la flexo extensión del pie. Además de  la innovación y los avances introducidos en estos últimos años, podemos personalizar, a petición de nuestros pacientes, la ortesis de marcha.

Como norma general, se recomienda renovar el KAFO una vez al año o cada año y medio, en función del grado de deterioro. Hay que tener en cuenta que el paciente usa esta ortesis durante gran parte del día, lo que conlleva el desgaste de las partes metálicas y de las  guarnecidas. Estas últimas, por ejemplo, están en contacto directo con la piel y absorben el sudor corporal.

En el caso de los niños, recomendamos efectuar unas revisiones periódicas para evaluar su crecimiento con la adaptación del KAFO y, si es posible, reajustar la ortesis al paciente. 

En cuanto al cuidado de los KAFO, debemos tener en cuenta que, al componerse de partes metálicas, debemos tenerlas perfectamente lubricadas para evitar un desgaste prematuro. Para ello, utilizaremos un aceite lubricante que podemos obtener en cualquier ferretería. Para la limpieza, en el caso de los fabricados en plástico o fibra de carbono y que no contengan dispositivos electrónicos, recomendamos la utilización de un jabón neutro y agua. Asimismo, si estamos en la playa, nunca debemos olvidarnos de lavar y lubricar la ortesis inmediatamente después del uso.