Más de 16 millones de personas mayores de 15 años practican deporte de forma habitual en España, según datos del Anuario de Estadísticas Deportivas de 2014. De ellos, el 92 por ciento lo hace con gran intensidad al menos una vez por semana. Seguir unas sencillas recomendaciones nos ayudará a disfrutar haciendo ejercicio y a reducir las temidas lesiones.

A estas alturas, nadie duda de los beneficios que hacer deporte tiene para nuestra salud. Reduce el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes, mantiene los músculos y los huesos sanos, reduce el colesterol, mejora las funciones cardiovascular y respiratoria, aminora los niveles de ansiedad y depresión… En definitiva, mejora nuestra sensación de bienestar y nos ayuda a tener más calidad de vida. Sin embargo, al igual que reporta beneficios, la práctica de cualquier actividad física conlleva, inevitablemente también, el riesgo de poder sufrir lesiones. “Cada vez es más frecuente atender casos de lesiones musculares y tendinosas por sobrecargas a causa de una actividad física que no siempre se realiza de una forma segura y responsable”, afirma Leandro Barea Segado, fisioterapeuta (colegiado número 1879).

Nadie está libre de la posibilidad de sufrir una lesión. Da igual la actividad que se practique, la intensidad o el tiempo que se le dedique o si se realiza de forma profesional o como aficionado. Eso sí, por lo general “las lesiones suelen ser más habituales entre la población en general, aunque éstas sean de menor gravedad que las que sufren, por ejemplo, los deportistas profesionales o de élite”.

Las lesiones deportivas se dan con mayor frecuencia son:

• Musculares: producidas por traumatismos directos (contusiones, heridas) o indirectos (tirones, desgarros, roturas…).
• Tendones: tendinitis o tendosinovitis.
• Ligamentos: esguinces de tobillo en diferentes grados de gravedad (desde torcedura a rotura del propio ligamento).
• Articulaciones: luxaciones de hombro o codo, lesiones en meniscos de rodilla y artritis traumática, especialmente en dedos de las manos y muñecas.
• Huesos: principalmente fracturas. Pueden ser completas o incompletas (fisuras).

Prevención

“La mayoría de las lesiones se producen por no tener una preparación física acorde a la actividad que se va a realizar o por no hacer un calentamiento previo”, señala Barea. “Muchos de los problemas que los deportistas, sobre todo los no profesionales, sufren se podrían evitar siguiendo unas sencillas pautas o consejos. En este sentido, lo primero que tenemos que tener en cuenta es nuestro estado físico para saber hasta dónde podemos llegar. Nunca debemos sobrecargar ni forzar el organismo”.

Además de lo indicado, estas recomendaciones nos ayudarán a disfrutar del deporte de una forma saludable:

• Realiza siempre un calentamiento previo. Como norma, se aconseja destinar a ello unos 15 minutos e incluir distintos tipos de ejercicios con el fin de ir preparando nuestros músculos y articulaciones.
• Utiliza un equipamiento acorde al deporte que vas a practicar. Emplea protectores si la actividad así lo requiere (por ejemplo, casco, espinilleras…).
• Usa un calzado adecuado y de calidad, que se adapte totalmente al pie y a la superficie en la que vamos a practicar el ejercicio. Realizar un estudio de nuestra pisada nos facilitará la elección.
• Lleva una vida sana. Acompaña la práctica deportiva con una dieta equilibrada, descanso y hábitos saludables.
• Hidrátate antes, durante y después del ejercicio. Evita hacer deporte con demasiado frío o con temperaturas elevadas.
• Hazte, de forma periódica, revisiones y controles médicos. En caso de notar alguna dolencia o molestia, interrumpe la actividad física y acude al especialista.
• Finaliza siempre la actividad con estiramientos y ejercicios de baja intensidad para que, poco a poco, el cuerpo recupere su tono habitual. Los estiramientos, además, favorecen la elasticidad, fundamental también en la prevención de lesiones.